CIEN AÑOS DE SOLEDAD

Eso es lo que me espera????? No dejo de preguntármelo hace varios meses! En realidad, por momentos me suena hasta de mal agüero el haber comprado justo en esta coyuntura de mi vida la famosa novela de García Márquez que hasta el día de hoy – debo confesar – no he leído.

Mi temor no responde a supersticiones ni fetichismos sino a la cruda realidad con la que nos topamos este último sábado en Café del Mar; de lo observado, el nuevo nombre de este blog debería ser “Solteras ... en el planeta VENUS”!!!!!!

Qué cantidad de féminas entraban y entraban y después..... seguían entrando!!! Estábamos sentadas en la barra así que teníamos una amplia perspectiva de lo narrado; si alguien dijo 10 mujeres por cada hombre ... INCORRECTO!!! Eso no es lo que se apreciaba de la información recogida in situ.

Tratamos de racionalizar ese fenómeno en un atisbo de negar lo que era evidente. Asumimos que como era un fin de semana largo los que tienen pareja o prospecto de... se fueron de viaje. Tiene sentido ese razonamiento? El resultado es el mismo: ellos son pocos y ya están caZados!

Cómo entonces, dentro de este contexto, calzan las historias que mi tía Lulú me contaba justo el viernes en la noche sobre las aventuras de las divorciadas y viudas limeñas - no de 40´s - sino de SESENTAS?? Y la certera información (confirmada por su esposo) respecto a que el mercado masculino era de por lo menos hasta los 70 años y que además, aún a esa edad estaban en toda la movida!

La esperanza que sentí justo la noche anterior respecto a que tener 40´s y estar nuevamente soltera no podía ser tan difícil se desvaneció como el agua entre mis dedos. Ahí estábamos en la barra, viendo a una población 80% femenina y tratando de encontrar una respuesta en compañía de bloody MARY y blue MARGARITA!!! (osea.... hasta los tragos son femeninos!!!).

Al no encontrar nada más que resignación, decidimos pasar a la siguiente etapa de nuestro estudio sociológico de la noche: la discoteca. El equipo de investigación conformado por mi fiel colega Shola y "moi", se trasladó al segundo piso de Café, y rápidamente identificamos a nuestros refuerzos, lo que nos permitió infiltrarnos en un par de grupos y pasar totalmente desapercibidas.

Siempre me sentí incómoda con eso de ir sola a una discoteca y más aún bailar sola, pero este sábado aprendí la importancia del “camouflage”. Estando en un grupo, especialmente donde las mujeres bailan y los hombres toman, es difícil decir quién está con quién! Tan es así, que un “seudo-galanete” que luego de horas sacó a bailar a Shola le comentó que pensó que estaba con su esposo. Bingo!!! Viva el camouflage! Cualquiera de los amigos de mi amiga de la madre patria podría haber pasado como pareja nuestra.

No estamos todavía seguras ni muy contentas con los resultados del estudio del día sábado. Analizando los hechos llegamos a la conclusión que teníamos sentimientos encontrados entre el “Circula!!” y el “...el príncipe siempre aparecerá dónde y cuando menos lo esperes”; entre ser “Diana la cazadora” o dejar al hombre ser quien nos cace (aunque no por ello quiero recibir un garrotazo en la cabeza y que me arrastren a una cueva de mis largos pelos azabache!!!).

En cuanto a mí, hacía rato que sabía que esa noche no iba a conocer a mi príncipe azul (tal vez tendría mejor suerte en un velorio, como la historia de la mamá de una amiga de Shola); pero entendi algo que escuché hace unos días en una película: “No puedes estar con alguien si no puedes estar solo contigo mismo” y tengo que confesar que – contra todo pronóstico - me sentí muy bien “dancing with myself!!!