sábado, 11 de agosto de 2007

Having your baby


"Having my baby
what a lovely way of saying
how much you love me.

Having your baby,
I´m a woman in love
and i love what is going through me."
(Paul Anka & Odia Coates - 1974)


Ella tiene 43, es separada, blonda y madre de tres hermosos niños. Tiene ahora además un novio que parecería ser su futuro esposo; y como tal, le ha dicho que le gustaría tener un hijo con ella (sin contar los tres de él).
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Es acaso este hombre como "Mr. Solis" el macho latino de la serie "Desperate housewives" que fue capaz de inseminar a la empleada coreana ante la infertilidad de "Gaby"? Uno de esos seres XY que creen que si el matrimonio es el Master de la Vida, los hijos serían el PhD? Uno de esos pocos hombres que son capaces de amar a sus hijos - no cuando ya por fín los ven o los tienen en sus brazos sino - por la sola idea de tenerlos?

"Es el único hombre que me ha dicho que quiere tener un hijo conmigo" dijo Blondie - madre de tres - con un enorme signo de interrogación en la cara en señal de no saber qué hacer. Supongo que su indecisión es entendible luego de haber "cerrado la fábrica y abierto el parque de diversiones"; y sobre todo por el factor tiempo.

Ojo! hablo del tiempo, no de la edad. Por algo la ciencia ha avanzado y mujeres como mi amiga Margarita pueden ser madres primerizas de sanos y robustos niños luego de los cincuenta! (y si no me creen, busquen las noticias en El Comercio).

Para las señoras de las cuatro décadas creo que los factores a considerar para emprender el maravilloso viaje de la maternidad nuevamente es la suma de muchos "tiempos" que finalmente sí podrían repercutir en la edad.

Algunas requerirán un "desligue" previo, otras terminar o incluso comenzar el divorcio; y otro grupo encontrar al "padre o donante", para entonces empezar a escribirle a la cigüeña y además convencerla!!! Finalmente, están las que tendrán que convencerse a sí mismas una y otra vez, sobre todo si ya han terminado o están terminando la crianza de hijos.

El grupo de las liberadas de la maternidad responderían: "Volver a los pañales?", "Ya no me da el cuerpo para las malas noches", "Dar de lactar de nuevo?" y podrían aún llegar a otras preocupaciones como "Y malograr mi lipo y otras cirugías?.... No Way!!!"

Ese es el derecho de la mujer, como también lo sería lanzarse nuevamente en la aventura de una panza ante tan romántica propuesta masculina: "Quiero tener un hijo tuyo"; frase por demás tierna, conmovedora y conquistadora, pero que a la vez puede ser terriblemente manipuladora.

Nunca voy a olvidar el efecto que causó en mí el mismo mensaje parafraseado de diferente manera, pero por alguien que no era ni mi pareja. En aquel entonces, encontrándonos mi esposo y yo en pleno trámite de solicitud a la cigüeña, este amigo - al enterarse - me confesó: "Me encantaría que ese hijo fuera mío".

Frase peligrosa, perturbadora y difícil de olvidar, más aún si en nuestra sociedad de burbuja de Lima, los machos no suelen desear o solicitar los hijos explícitamente sino que son las mujeres quienes se encargan de tomar esas decisiones y en el mejor de los casos convencerlos al respecto.

Yo ya fui bendecida por la maternidad y también perturbada por cierta confesión. Hoy que soy una señora de las cuatro décadas no creo en el cuento de las abejitas y las florcitas; y si decido ser madre una vez más, sólo espero que sea un hombre que se sienta tan emocionado con ello como Paul Anka en su canción. Es de los años 60 ó 70, pero desde que la escuché cuando era aún muy niña, supe que ese era el tipo de hombre que querría como padre para mis bebés.



8 comentarios:

Anónimo dijo...

Ok todo este tema de tener crias toca fibras realmente, la natural proyeccion de uno en la sociedad, la verdadera reencarnacion, la trascendencia espiritual magna que refleja a veces hasta tu propia nariz, me gusto la del phd de la vida, y pues porque esa tendra que ser mi decision prontito, satisfacer a un hombre que tb quiere "tener un hijo conmigo" y claro toda mi vida profesional exitosa mi tracendencia en el mundo corporativo se vera mermada totalmente por cambios de pañales y llantos a media noche, con lo que disfruto de dormir carajo! sin contar que terminara por ser lo unico cierto en la vida, lo unico que realmente ata, bueno hare de esta pues una experiencia grata y merecedora de mi insomnio perpetuo. gracias por el espacio de desahogo... jajaja...

Anónimo dijo...

Que canción?.... asu te has demorado mil años en escribir a le haces la competencia a cisneros.... y bueno los hijos que será yo aun no ha pasado esa etapa y no se si algún día la pase... y asu te embarcarias con otro hijo now... las mujeres si son bien warriors jeje... beso...

LiBby dijo...

Hola Serafín: Aunque no lo creas, pero revisando todos los tiempos, no soy una liberada de la maternidad. Cuando sea tu tiempo, verás que finalmente ese pedacito de tí vale más que todos los cartones y pergaminos! (believe me!). Lo mismo para tí Treintona Linda. ;o) Gracias por escribir!

Anónimo dijo...

Cierto es que la llegada de un hijo, así como las campanas del matrimonio, requieren de un ingrediente importantísimo: MADUREZ.

Para el matrimonio: madurez para abandonar todo rezago de egoísmo y dar pase a la condescendencia y la permisividad. Al fin y al cabo,chicas, estaremos atadas a nuestro príncipe azul (aunque, entre nos, bien sabemos que es un título que sólo llevará unos cuantos años para convertirse, con el tiempo, en ... bueno, en cualquier otro adjetivo menos candoroso!!).

Y, para la maternidad: ... ay!! Si la rasgadera de vestiduras, si el hara-kiri que implica el matrimonio equivalen a un degree en lettin' go al egoísmo, créanme que la maternidad SÍ equivale al PhD que junta las bondades de María Teresa de Calcuta y el Papa (Juan Pablo II, obvio!, porque este Benedicto XVI, la verdad que ni fú ni fá...!).

Sí! Ser madre siginfica dejarlo todo por ese ser precioso que germina día a día, dentro nuestro por 9 meses y, después, a nuestros ojos.

Significa dejar a un lado TUS preferencias y comodidades para darle paso a las del bebé. Significa sacrificar la lipo y el sueño. Significa darle un abrazo de bienvenida a las estrías, a la caida de las tetas, a la deformidad del cuerpo... pero también al esbozo de una sonrisa y a la sensación de felicidad plena.

"(You're) Having my baby. What a lovely way to say how much you love me... (I'm) Having your baby,
I´m a woman in love
and I love what is going through me."?

Sí! Paul Anka, eres un genio!!!

Anónimo dijo...

LIBBY:
Agradeceré poner que fui yo, CHLOÉ, la que acaba de postear el mensaje sobre la liberación del egoísmo en el matrimonio y la maternidad, si? Thanks!!
(este Paul y su cancioncita -linda!- me hicieron olvidarme, literalmente, de quien soy! jajaja!!

Foot note?
Con qué chica canta Paul Anka la canción?? Nunca me enteré!! Dicho sea de paso, me hace recordar a unos tíos, lindos ellos, que la hicieron como su canción (sobre todo mi tía Yoyi)
CHLOÉ

LiBby dijo...

Hey Chloe!m Welcome back! ya se extrañaban tus comentarios. No recuerdo con quién canta Paul Anka, pero siempre me pareció lo máximo del amor esa canción. La razón de ser dos que se convierten en uno!

Anónimo dijo...

Supongo que hay un momento en la vida en que uno necesita un "para-siempre" con alguien. Esto de tener un hijo con alguien es mucho más importante de lo que parece, porque es la evolución final para algunos hombres y posiblemente un lazo definitivo, y muy en serio.

Sinceramente, lo que dijo tu amigo no sé... creo que ha muchos y a muchas nos removería la mente el resto de la tarde y siempre da que pensar en situaciones límite...

Por cierto, sobre la canción, creo que la canta también con Mac Davis e, incluso, con Toni Tenille (la de muskreat love) en alguna ocasión.

LiBby dijo...

Hey Raulín: lo que encontré en internet es que era Odia Coates (¿¿¿¿????) Nunca oí de ella, por lo visto era muy pero muy pero muy chikita!!!! JAJAJAJAJAJA!!!
(Chloe: ahí está la respuesta a tu pregunta! Lo agregué en el paréntesis) ;o)