sábado, 5 de mayo de 2007

Blind date... en el nuevo Yaris

Antes que mi gran amiga regrese al lejano país donde vive, de despedida de sus cerca de seis meses en Lima, no tuvo mejor idea que salir con su ex-esposo y un amigo de él, obviamente en "blind date" conmigo.

Me considero una "carrera" (neologismo para indicar mujer que le gustan los carros) a diferencia de las blondas de mi madre y mi hermana que dicen no poder distinguir una marca de otra. Los autos que he tenido los he buscado y elegido yo, por lo que sé el placer que significa sentarte en un fierro que ELEGISTE!!!
Volviendo a la cita, cuando salimos de los "previos" en la casa de mi amiga para ir a algún lugar que nos depare la noche, ví que mi simpático y atento "date" tenía un flamante Yaris rojo. Obviamente y como corresponde, halagué su carro que evidentemente era nuevo; no sólo por ser agradable con él, sino porque siempre detesté ese auto hasta que el año pasado me llevé una grata sorpresa al ver su último modelo.

Luego de una breve visita a un bar apretujado de gente en Miraflores, partimos a otro lugar; y en el camino mi amiga se sintió "mal y cansada" y decidió irse a su casa.

Yo no había tenido citas a ciegas desde hace no se cuántos años, así que en realidad la situación de por sí era incómoda! Si a esto le sumamos que me habían abandonado a la deriva con el total desconocido del flamante Yaris rojo, lo único que quería en realidad era irme a casa. El tema era, cómo decírselo sin hacerle un desaire?

Mi "date" realmente había sido muy simpático, agradable y correcto hasta entonces, por lo que no tenía mucho en realidad de qué preocuparme. Sin embargo, era consciente que llevaba efectivo en la cartera lista para saltar del carro y tomar un taxi en el supuesto negado que fuera necesario; y además que los dos años y medio de box podrían de todas maneras servirme de algo; más aún si mi amiga me había dicho que mejor no use tacos (que igual me puse), es decir, el tamaño del chico no era un problema.

La noche en realidad transcurrió tranquila, pero conforme pasaban las horas, la "ingesta de alcohol" en el sujeto también aumentaba y ya empezaba con el ritual conquistador. Yo intentaba cambiarle de tema y le sugería que ya no pida otro trago más, que ya era tarde, que quería irme a casa, que mi hija se levanta temprano..... .cuanta excusa podía inventar para salir de ahí!!! Incluso meterme al baño y pedir un taxi se me había cruzado por la cabeza!!! Pero, la verdad es que hasta entonces estaba segura con este chico, el problema era que la cita a ciegas no terminaba!!!!
En un intento desesperado porque no pida otro trago más le dije: "Si sigues tomando más, yo voy a manejar tu flamante Yaris!!!" a lo que me respondió algo totalmente insólito, supongo yo en un intento de manipulación, algo como " todas son iguales, sólo les importa el carro..."

Osea juatt???? Hello!!!.... Su Yaris???? Mi única respuesta a tremendó absurdo y en un tono muy sereno, casi humilde, pero con una gran dosis de "ubicaína" fue: "Querido... yo manejo un Passat!!", luego de lo cual, su silencio fue evidente y sus tácticas conquistadoras cesaron de inmediato. Se percató que estaba por el camino equivocado y debía replantear su estrategia antes de quedar en ridículo mayor.

Finalmente, pagó la cuenta y salimos del bar. Caminamos al carro, me dijo que él podía manejar, me ofreció ir a comer algo a lo que sólo le pedí "Llévame a casa!!"... eran alrededor de las 5am!!!
Fuera del cansancio, en realidad la pasé muy bien, y hasta fue divertido!!! Ya me había olvidado todas las argucias de las que son capaces los hombres con tal de ver a la mujer flaquear, algunas por su sensibilidad femenina de no herirlos, engreirlos o protegerlos; y otras por disimular su ambición material.

Fue mi primera blind date de esta segunda adolescencia, tengo de recuerdo un lapicero que me regaló esa noche y un potencial amigo; pero lo más divertido fue darme cuenta que si somos adolescentes, no somos quinceañeras. Entonces, es cierto lo que mi hermana dice... "Now, WE rule!!!".

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