Hace unos días, leía toda la discusión que armó la opinión de un blogger para quien las mujeres alrededor de los treinta sólo piensan en casarse y tener hijos. Muchas decían que era cierto y otras se rasgaban las vestiduras diciendo que no!
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Yo opino que quienes lo niegan quieren detener o al menos demorar el tic-tac del reloj biológico y del natural instinto de anidación que tarde o temprano - indefectiblemente - las alcanzará (hablo por experiencia); o actúan en rebeldía a la evidente presión que la sociedad de burbuja de Lima ejerce sobre nosotras:
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Cuando sales del colegio: ¿Qué vas a estudiar?... Cuando estás estudiando: ¿Ya tienes novio?... Cuando tienes novio: ¿Cuándo se casan?... Cuando te casas: ¿Cuándo tienen hijos?... Cuándo tienes el hijo: ¿Y, cuándo la parejita? y.... Cuándo te separas!!!!! ¡¡¡¡¿¿¿¿¿Qué vas a hacer ahora?????!!!!! ¡¡¡¡¡¿¿¿¿Dónde vas a conocer a otro????!!!!!
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Todo eso me hizo recordar la conversación de hace un par de semanas con mi tía Monalisa, quien en un momento de desesperación - ante mi nuevo estado de soltería - y luego de indagar si una disco, el gimnasio o el trabajo era el lugar idóneo; me sugirió buscar a mi media naranja por internet. Acto seguido, supongo que ante mi evidente sorpresa por tan peculiar recomendación, me aseveró firmemente que muchas personas lograban rehacer su vida cibernéticamente.
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Eso es cierto e incluso una pareja de muy buenos amigos míos se conocieron por ese medio: él, un gringo ganador de una lotería y ella peruana, viven ahora el sueño americano con una hermosa pareja mixta de mellizos.
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Pero no todas las historias de amores cibernéticos que he escuchado tienen el mismo final feliz. Entre casados que se hacen pasar por solteros, cuyas enamoradas de la red fueron capaces de atravezar océanos y montañas sólo para enterarse que su "peruvian cyberlove" no era available; wet backs o balseritos misios que en la web son poseedores de grandes mansiones y veloces autos europeos; y por supuesto los casos de sexo y personalidad falsa; me resulta un poco "escalofriante" ese tema. Sin embargo, no lo descarto y definitivamente lo considero más viable cuando, conociendo de alguna forma a la persona, el "amor" viene por la red.
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En conclusión, sí creo en la "magia" del enamoramiento o de la amistad por internet a pesar de los riesgos antes descritos. Mi madre más de una vez me ha preguntado - tal vez tratando de entender este fenómeno de la globalización - sí consideraba posible siquiera, que dos personas - que nunca se habían visto o que no compartían el día a día juntos - pudieran enamorarse por internet.
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Mi respuesta es radicalmente afirmativa! Recordemos que el amor por internet no es otra cosa que un amor "epistolar" como aquél de las antiguas doncellas y los apuestos caballeros cuyo romance era básicamente alimentado por poéticas cartas de amor finamente perfumadas. Recordemos también, que el papel (y la pantalla) aguanta todo y que finalmente el amor comienza como una gran ilusión. Por último, tengamos en cuenta que la soledad frente a una computadora también nos vuelve vulnerables o más seguros y nos hace más abiertos a quien está al otro lado del ordenador; seremos pues capaces de decir o de leer confesiones que resultarían impensables en una conversación face-2-face.
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Lo dije en el primer post (Ver "Once and Again... la segunda adolescencia" - Abr07), contamos ahora con medios deliciosos que pensábamos "supersónicos" en nuestra primera adolescencia: mensajes de texto a celulares, messenger, emails y web cams! Todo esto nos permite mantener las endorfinas al máximo porque para esta tecnología no existen fronteras ni horarios. El puede estar en el último lugar del mundo (como decía Montaner) o en Lima mismo, y tu mensaje le llegará - alterando sus hormonas - en plena reunión de directorio, con un paciente o con un cliente.
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Definitivamente el internet es un arma y un medio; sin embargo, sigo pensando que ESA no es necesariamente la solución. Servirá para unos y para otros no. La verdad es que la respuesta a esa presionante pregunta de mi tía Monalisa que se resumía a ¡¡¡¡ ¿Cómo?, ¿Cuándo? y ¿Dónde?!!!!! es simple: No lo sé.